No poder evitar bailar y preguntarte a la vez «¿Qué canción es ésta y por qué no la había oído hasta ahora?». Te acercas a la cabina y centras la mirada en la etiqueta del disco que gira a 45 rpm. Así descubres en un single casi olvidado de Kirsty MacColl un tema irresistiblemente pop en el que se dan la mano la vieja y la nueva ola. Luego suena aquel grupo joven de Brooklyn que hacen canciones que evocan a veranos de postal escandinava. Risas, bebidas y las fotografías icónicas del proyector. En la cristalera del PopBar se reflejan pensamientos y sentimientos etílicos al ritmo de la música. El tipo con el traje más elegante se acerca para preguntar por canciones clave y es imposible contener una mueca de complicidad. El club lo abrían 2 Many Hipsters, que eran tres, enlazando sin contemplaciones rompepistas eficaces. Sobre el escenario, Capitán reconvierten la sala en el Zeleste de los 80: cajas de ritmo, sintetizadores a lo minimal wave y una Fender Jaguar que destila new wave en cada nota. Y la noche la reconduce Miqui hasta que clarea a través del ventanal, y me descubre una joya de Terry Hall. Y te preguntas cómo ha pasado la madrugada tan rápido y vuelves a casa con tantas emociones contenidas en 3'30", mientras en los oídos todavía retienes el final de la pregunta que te ha hecho esa chica de aspecto frágil y glamuroso mirándote a los ojos: «¿…si la música es tan buena?».
Àngel Ybañez es el fotografo oficial de nuestro club.
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