Diploide y Niño repasaron sus rimas, limaron las puntas de sus dardos envenenados y dejaron al publico con ganas de más. Junto con Las Ruinas construyeron un puente de entendimiento entre el ruido y el flow. Casi nada. Nos gustan y formaban parte del atractivo de esa noche que el sello Galleta preparaba en nuestro club.
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